sábado, 28 de julio de 2012

Lo tenía que hacer.

Perdí la noción del tiempo, los ojos me brillan como a punto de rebalsar una gota, me ericé la piel, hasta las bolas. Estoy temblando, no tengo miedo, ni tengo frío, siento que se fue todo al carajo, todo lo que importaba ahora dejó de importar, es como un cambio de paradigma, como si gran parte de lo que había construido hasta aquí se desmoronara ladrillo por ladrillo hasta el punto de caer en el vacío sin dejar, si quiera, polvo.
Fue algo tan simple como rebuscado. Una sola frase me la clavo en el medio del cráneo, me lo partió en dos y dejó al desnudo mi cerebro, que ahora, maquina 4 veces mas que antes. La cosa es que el cerebro ya no camina por si solo, está influenciado, es más, creo que ya cambiaron los roles, uno piensa y el otro bombea sangre.
Quedé mudo, quedé tirado imaginando que podría sacar de ese estado, de esa incertidumbre que sabía bien lo que quería.
Es como de repente ves como toda la vida se va a la mierda, y vos quedás agarrado de las letras de una frase, que te modificó, no importa cuanto pero te cambió.
No sabes como expresar lo que te causó, ni como agradecer a la persona que, sin querer, hizo que pase esto en vos.

1 comentario:

  1. Leonel , lee a Demian de Hermann Hesse , la novela que les di. Por como escribís te vas a sentir identificado. Es muy existencialista y se cuestiona todo lo que vos planteás.

    Un abrazo.

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