lunes, 6 de enero de 2020

¿El valor de la justicia o la justicia del valor?


Estas palabras van en calidad de nada, no representan nada, ni siquiera a mi mismo, sólo son las huellas de carbono de estas sienes que mastican bronca.

Quizás buscar una respuesta sea algo pretencioso, aunque también parece una pregunta formulada sólo para el juego de palabras pelotudo, pero realmente es agotador que se defienda el ordenamiento social en pos del valor. En un sistema global, donde las producciones ya no son locales, es necesario mantener ciertos niveles de consumo (y ganancias), esos niveles están sustentados pura y exclusivamente en la explotación y sometimiento de otras sociedades. ¿y está bien que una persona en el otro lado del mundo esté siendo explotada para que alguien de este lado pueda comprarse el noséqué 10 pocket wireless? Obvio que está bien, porque yo me lo gané con el fruto de mi esfuerzo. No como esa persona que con el fruto de su esfuerzo sobreexplotado no puede acceder ni siquiera a una jornada y salario dignos. Por eso enoja la cultura del "esfuerzo" y el "merecimiento", porque persiguen la misma lógica de valorización individual. Ni siquiera hace falta irse al otro lado del mundo para ver la dominación y la desigualdad. A algunos les bastaría con cruzar la Gral. Paz, o visitar el sur de Av. Rivadavia. Pero nunca hay que perder de vista que es un fenómeno mundial. La pobreza es necesaria para que exista la riqueza, y la riqueza es el bien, es a lo que hay que tender mediante el esfuerzo y el sacrificio. Mientras que la pobreza es el mal, es el estado del que hay que huir, o del que no hay que hablar más. Las historias de superación individual, en ese sentido, no son otra cosa que un instrumento de propaganda.


Bueno, hoy les quiero hablar de una historia de superación colectiva, si es que eso existe.

La crisis climática logra que nos cuestionemos nuestros hábitos como individuos en una sociedad, nuestros consumos y costumbres. Pero no cuestiona el problema de fondo, si el planeta está a punto de estallar por la contaminación y el calentamiento global, es justamente, porque se reemplazó el valor de la justicia por la justicia del valor. Si se delega en el capital la tarea de asignar justicia (o valores), el único valor será el de la rentabilidad, sin importar las consecuencias. Sí, es necesario un modelo de producción y ordenamiento social sustentable, pero ¿cómo puede ser sustentable mientras impere la lógica del profit, el consumo desmedido y la utilidad? No hay soluciones cool, pesa sobre nosotros el bagaje de una cultura perversa y obstinada en defender el derecho a la renta por sobre todos los derechos humanos.
 El dinero no se puede comer.
¿quién no quisiera vivir en una sociedad "justa"? probablemente, los que defienden el valor por sobre todo lo demás. Si no produce y no consume, no sirve. Pero si contamina, está mal. Porque hay que ser responsables con nuestros hábitos, somos nosotros los que contaminamos, -no las grandes empresas pasteras, mineras, agro-industriales, petroleras y toda aquella que se dedique a explotar y saquear los recursos naturales de los países periféricos- al planeta lo eco-cuidamos entre todos, ya que lo cagamos entre todos. Le pedimos soluciones individuales a un problema causado por una cultura individualizante. Quizás entonces la salida será colectiva, o no será.


Atte: nadie en particular.

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