martes, 23 de julio de 2019

Nothing Lasts

Escribo esto como cuando a un enfermo le aplican diferentes tratamientos experimentales para tratar de curar su salud. Qué sé yo, es tan sólo un intento, y si funciona me libraré de un problema que hace no sé bien si 4, 5 ó 6 años me persigue. Es la idea de que entre todos tienen un secreto que no me quieren revelar, ya sea porque sea una cámara oculta o porque, al igual que yo, no tienen idea del secreto y actúan como ignorándolo. O quizás simplemente pueden manejar el secreto mejor que yo.

Pero tiene algo extraño. Es como la gente que va a ver una película de la cual ya sabe el final. Quizás ellos sepan disfrutar del transcurrir de la película, aprecien cada plano, cada toma, cada secuencia, cada diálogo, cada canción. O tal vez sólo las partes buenas. Quizás por eso sea también que pueden manejar mejor ese secreto. Debo ser sincero. A mi me cuesta demasiado manejar ese secreto. A veces siento que somos una consecuencia no planeada de algún tipo de ecuación -o algo por el estilo- de algo o alguien que no conocemos. Vendríamos a ser, no sé, el paréntesis de alguna ecuación boluda que está haciendo algún Jimy Neutrón espacial que ni siquiera podemos imaginar a cual Jabba the Hutt se parece más. Si al original que era un Stark de Winterfell en verano, o si al de la tercera que era la caca de algún dinosaurio del Pérmico con ojos saltones color café. Lo que más bronca me da de esa ecuación es que ni la X somos, y encima dentro del paréntesis estamos re lejos del centro, pero bue.

Hay otra versión que incluye al amigo spacial Jimy. Podría ser que hoy no fue al colegio porque tenía no sé, algún resfrío extra-orbital que pueda existir... Y se puso a jugar al Age of Universes II (extended versión) que está de moda en la normal 2 de su barrio. Y somos village people que está lidiando con la fauna que le tocó, haciendo lo que puede por conseguir recursos sin quedar abatido en el intento. Pero esta versión implica que Jimy tiene algún grado de consciencia o injerencia en los acontecimientos que aquí se suceden. Es cierto que la injerencia existe porque, en una versión u otra, él fue quien apretó el botón para que suceda este escenario y no otro. Qué atrevidos como vamos a empezar a hablar e inventar un lenguaje y de allí empezar a pensar.

Eso es algo que me da mucha satisfacción y odio a la vez. Caer en la cuenta de que no somos animales porque, como tenemos lenguaje, podemos pensar. Pero a la vez, al tener el lenguaje también nos encerramos en él porque nos es imposible tratar de pensar por fuera del lenguaje que conocemos. Quizás por eso nos sorprendemos cuando encontramos una palabra en otro idioma que no se puede traducir en una sola palabra a nuestro idioma. 

Otra solución que le encontré fue pensar que en realidad no existe el tiempo. El futuro no existe por definición empírica. Está viniendo. Como las inversiones, o las buenas. El presente no me genera más dudas que las cotidianas. El pasado para mí que es lo que soñamos antes de despertarnos en el presente, y nos enteramos una vez que ya nos despertamos. Por ende, quizás si no hay tiempo, no hay secreto. Porque el secreto es eso, es el futuro que está por venir. Y el que nos va a exceder. En no sé cuantos mil millones de años hay dos galaxias que van a colisionar y van a formar alto cielo estrellado. Una bronca no poder ver eso. 

Y por eso también es que se genera esa sensación de vacío y angustia que te pega una patada en el pecho. Imaginad una silla de esas que siempre están sentadas las abuelas cuando las imaginamos tejiendo1. Exacto, esas que tienen una forma curvada abajo para que uno se hamaque. Bueno, ahora imaginad que estáis vosotros en esa silla sentaos, pero esta vez no sobre un piso, sino sobre un fondo negro porque no hay piso, no hay techo, no hay pared. Como dijo Don Ricardo... "no hay mal, no hay bien, no hay nada.". Y ahí mismo les vuelven a pegar la patada en el pecho y caen. Pero a la vez no caen, porque no hay gravedad que indique hacia donde caer. Pero en el pecho encuentran que la dirección siempre es para abajo.

No sé también imagino distintos destinos posibles. Uno es un mar de almas del cual en algún momento (total no hay tiempo) se sale y se arranca de nuevo en otro escenario. O en el mismo en otro momento. Quizás en otro planeta donde haya muchas lunas diferentes, o no haya tanta gente de mierda, o la sensación de que el tiempo dure más cuando la estás pasando bien y menos cuando la estás pasando mal. 

Pero en el fondo todos tenemos la sensación de que el secreto es la ausencia de todos los sentidos. ¿Alguien sabe si existe alguna persona que no tenga ningún sentido disponible? Pregunto en serio, seguro que sí, y se llaman cravicarsexuales, y yo simplemente -como a casi todo- lo ignoro.

Aunque siempre sostengo -aunque mucho me cueste- el mismo principio elemental. Me convence mucho más que los moralismos:


No hay preguntas que hacer, una simple reflexión...
sólo se puede elegir: oxidarse o resistir.
Para ganar o empatar... prefiero sonreír, fumar o dibujar.
¿para qué complicar, complicar?


1. Ni me hagan hablar del efecto que los consumos audiovisuales para la infancia generan en las personas, no creo que ni un cuarto de las abuelas del mundo tejan, y si tejen tampoco creo que lo hagan sobre esas sillas, pero bien ustedes pensaron en eso o en Gasalla haciendo el personaje ese que hacía con Evasora Giménez.

P.D.: no reviso antes de enviar algo, asique si hay muchos errores de redacción fúmenselos. Nadie piensa ordenadamente, y si lo hace, no le confíen que seguro es un Novaro cualquiera.

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