jueves, 24 de abril de 2014

¿Por qué es necesaria la incomodidad?

Es necesaria porque a partir de ella surge algo nuevo, algo que presta a solucionar esta incomodidad, ya que si nos genera una molestia, o nos carga mentalmente significa que necesita una resolución, una vuelta de tuerca. 
Se convierte en un momento fundante, y esos son los momentos mas ricos que hay, los más preciados, es aquí donde las ideas nadan en el mar de la imaginación y bucean en los sueños mas profundos para salir a la superficie con algún pez bajo el brazo.
Pero así como es necesaria la incomodidad, también lo será la comodidad, dado que si uno ya está motivado para crear, no es necesaria más incomodidad.

PD: El título no es el título de un tema de Las Pastillas del Abuelo. (Espero)

lunes, 21 de abril de 2014

Caminando la calle de Santiago del Estero en Constitución pensaba en que:
Las ilusiones son el motor de toda persona, el combustible para encender el motor cada día, porque si no hubiese ilusiones... ¿De qué viviríamos? ¿Qué habría? no comprendo una vida sin ilusiones, todas nuestras acciones están basadas en las ilusiones, ya sean mayores o menores, siempre hay una ilusión de que algo suceda, de que algo pase, de que algo cambie. Y cuanto más remoto sea la chance de que se cumpla la ilusión, más nos apasiona, nos lleva a tirarnos de cabeza en una pileta de cemento, porque son las pasiones las que le dan un sentido al día, las que tienen el poder de crear, de modificar, de llevar adelante algo.
No me imagino a alguien que no tenga deseos, ¿En qué o quién pensaría justo antes de cerrar los ojos para irse a dormir? porque es ahí donde las ilusiones nacen... en el simple hecho de cerrar los ojos y dejarse llevar, dejar volar a la mente, imaginar algo mejor de lo que hay, llorar porque no AÚN no está, pero esperanzarse de que va a llegar, de que se va a lograr.

Porque sí, porque sí, porque sí.

La cuestión es que la razón tiene un límite, 2 + 2 siempre va a ser 4, en todo espacio y tiempo.
Y la irracionalidad no tiene ese límite, siempre surge algo nuevo, algo distinto, no sigue siempre el mismo hilo conductor... La razón multiplica en números que caben en una calculadora, la irracionalidad imagina hasta el infinito, pero el paso a la realidad es el hecho que hay que concretar

¡Sus ilusiones enloquecidas, por los rumores que escucha al cuarto contiguo!
Ayayayay

sábado, 19 de abril de 2014

Si al final...

No cuentan las palabras, ni el discurso.
No tienen bases ni fundamentos las palabras porque se pronuncian y nada más, si bien pueden herir o reparar, lastimar o mimar, no tienen de donde agarrarse ante el primer soplido.
Al final lo único que debe interesar son los hechos, las demostraciones, las acciones.
He aquí el dilema, de la boca para afuera somos todos todo, pero cuando las papas queman y la cara ve la luz, no hay esencia, no tiene un hilo conductor las palabras ya pronunciadas con la forma de actuar.
Podes tenerlo todo, pero siempre te va a estar faltando algo. El hecho de no padecer carencias, te prohibe sentir lo que es que te falte algo, y otra vez, volves a tener nada. Porque a uno no le interesa lo que tiene, sino lo que no tiene, lo que no está en su mano y lo quiere para sí.
Hete aquí; no quiero nada, te quiero a vos.
No quiero tus palabras, ni tus dolores, tus alegrías o tus problemas. Sino a vos.
Vos y tus demostraciones o no, de lo que sientas, las representaciones materiales de tus pensamientos y sentimientos; son las que me darán la pauta de quién soy para vos y que lugar ocupo, entonces, a partir de ahí, mi manera de obrar: Uno no es suicida, y no se mete en lugares donde sabe que sale herido; más si esas heridas mortales...
No te voy a prohibir de hablar, si en realidad amo tu voz.
Sólo te pido que lo que digas, lo sientas de verdad. La palabra tiene efecto de consecuencias inimaginables.
Pero más inimaginable es el sentimiento producido cuando esas palabras se hacen carne...

(Escribí toda esta ganzada porque tenía ganas de poner "Hete aquí")