martes, 5 de febrero de 2013

Yo se los pido que me avisen

Necesito alguien que me emparche un poco 
y que limpie mi cabeza, 
que cocine guisos de madre, 
postres de abuela y torres de caramelo 

Que ponga tachuelas en mis zapatos

para que me acuerde que voy caminando, 
y que cuelgue mi mente de una soga, 
hasta que se seque de problemas y me lleve... 

Y que esté en mi cama viernes y domingos 

para estar en su alma todos los demás días de mi vida. 
Y que me quiera cuando estoy, cuando me voy cuando me fui, 
y que sepa servir el té, besarme después y echarse a reir. 

Y que conozca las palabras que jamás le voy a decir 

y que no le importe mi ropa, si total me voy a desvestir 
para amarla, para amarla. 

Necesito alguien que me emparche un poco 

y que limpie mi cabeza, 
que cocine guisos de madre, 
postres de abuela y torres de caramelo. 

Si conocen alguien así 

yo se los pido, 
que me avisen porque es así 
totalmente quien necesito.

Título de la entrada

Tanto avance, tanto progreso, tanta producción, tanto crecimiento ¿Para qué? ¿En que avanzamos? ¿En qué crecimos?
Lo único que logramos es perder el tiempo, pero ¿qué es el tiempo?, ¿se puede poseer el tiempo? En un segundo podemos dejar de existir y todo ese progreso, ese avance, ese crecimiento, ¿de qué nos sirvió?
O quizá el problema está en pensar que a todo hay que sacarle rédito, ¿todo tiene que tener una razón?
No sé que quiero ser, porque sé que no quiero ser algo.